[the storyteller] Viaje en el tiempo( historia genderbender cambio de realidad)
este es una historia inconclusa que encontre de un blog que ya no existe
TIME TRAVELER
By The Storyteller
2002 Copyright
La idea de viajar por el tiempo
siempre ha acompañado al hombre moderno desde la aparición de la ciencia. El
viaje por el tiempo resulta una fantasía con infinitas posibilidades. Poder
viajar al futuro y conocer las causas de nuestra muerte o la de un familiar y
poderlas preveer, el saber en que caerá la lotería o inclusive ir más allá,
viajar a siglos venideros y ver el desarrollo de la humanidad. En su defecto
viajar al pasado para ver la boda de nuestros padres, conocer a un personaje
histórico o inclusive asistir a un hecho histórico, claro que todo esto de
viajar por el pasado podría generar consecuencias inimaginables que alterarían
nuestro presente.
Sin embargo, la idea de poder
viajar por el tiempo era y seguía siendo una fantasía hasta el día de hoy.
Todo comenzó la noche previa a mi
cumpleaños #25, como era costumbre esa noche estaba navegando por internet
cuando de pronto encontré una pagina extraña que me llamo la atención, siempre
he tenido una fascinación por lo desconocido, así que cuando leí el titulo de
la pagina «portal estelar», no dude un solo instante para entrar en ella. En la
página se ofrecía al visitante la posibilidad de viajar por el tiempo con
simplemente inscribirse en ella y formar parte de lo que llamaban Time
Travelers. A los recién iniciados se les asigna de forma aleatoria su viaje por
el tiempo, mientras que a los miembros con más de un viaje se les da la
libertad de escoger la fecha y lugar al que quieren viajar. Que diablos importa
el no poder seleccionar la fecha del viaje en un inicio, con tal de viajar por
el tiempo no tiene importancia la fecha, además para la próxima ya podría
escoger la fecha y el lugar de mi viaje, claro si funciona. Así que me decidí a
inscribirme de inmediato, la página pedía los clásicos datos: nombre, sexo,
fecha de nacimiento, lugar de residencia, etc. Tan pronto terminé de llenar los
espacios en blanco para registrarme, di clic en el mouse y se apareció un
mensaje con la leyenda «Procesando datos, espere un momento en que se le asigna
lugar y fecha a la que viajara». En ese momento pensé:
Perfecto, haber a donde me va a
mandar esta chingadera. Después de unos cuantos segundos apareció el resultado
«usted viajará a la Ciudad De México al año 1975»; dije esto tiene que ser una
broma según esta cosa voy a viajar un año antes de mi nacimiento y lo cual para
ser sincero no me entusiasma mucho. Sin embargo, de ser posible este viaje, me
gustaría ver como vivía mi abuelo. Él falleció cuando yo aún era un niño y casi
no lo conocí, tengo vagos recuerdos sobre su persona, sin embargo, esto no ha
sido impedimento para sentir una total admiración por él.
Tontamente pensé que se abriría
alguna especie de portal o algo parecido después del mensaje que apareció en mi
monitor, pero como era de esperarse no sucedió nada. Después del fiasco que
resulto ser esa pagina seguí navegando por más de dos horas, sin volver a
pensar en la pagina de Portal estelar. Al finalizar mi sesión observe el reloj
y me di cuenta que era la 1:10 de la madrugada del 26 de Junio, estaba a
escasos minutos de cumplir mis 25 años, según consta mi acta de nacimiento nací
a las 2 y minutos de la mañana. Como no quería comenzar mi cumpleaños
desvelándome, decidí irme a acostar.
Tan pronto cerré mis párpados
para dormir, me encontré en un lugar que me resultaba familiar, estaba ante una
calle que presentaba viejas casonas con grandes árboles en sus aceras. Conforme
caminaba, el lugar se me hacia más familiar, hasta que llegue a una casa a la que
reconocí de inmediato, era la casa de mis abuelos. Fue entonces cuando me di
cuenta que estaba teniendo una visión del pasado tal y como me lo había dicho
la pagina de internet.
Temeroso y ansioso por lo que
podría ver, me acerque a la casa de mis abuelos. La casa lucía muy bonita,
tenía un patio frontal resguardado por una reja con canceles negros y un
conjunto de plantas y macetas dentro de él que le daban un aspecto muy bonito.
El color de la casa era un hermoso rosa que contrastaba con los colores
sombríos de las demás construcciones. Sin duda, la casa estaba en su esplendor,
en sus mejores épocas, dicho esplendor únicamente lo había podido observar en
las fotografías que tiene mi madre y que conserva con gran nostalgia.
Me acerque a la reja de la casa
para contemplarla mejor, esperando al mismo tiempo poder ver a mi abuelo. En
eso, la puerta de la casa se abrió dejando entrever la silueta de un hombre,
era un hombre maduro con escaso cabello, pero con una gran personalidad. Dios
mío es mi abuelo, aquél hombre del que tengo tan gran admiración pero pocos
recuerdos estaba ante mi. Al notar mi presencia, el hombre levanto su cabeza,
dirigió su mirada hacia mi y me saludo amablemente. Me tomo algunos segundos
reaccionar y poderle contestar el saludo.
-Buenas tardes señor, respondí
-Le puedo servir en algo joven,
respondió mirándome a los ojos.
-No gracias señor, sólo pasaba
por aquí cuando en eso vi su casa y me quede a contemplarla, usted tiene una
muy bonita casa señor.
-Gracias joven es usted muy amable,
si usted supiera lo que me ha costado.
Yo me encontraba asombrado,
estaba conversando con mi abuelo, mi querido abuelo, al que la vida no me dejo
conocer mejor, pero si admirarlo y apreciarlo.
En lo que pensaba que más podría
preguntarle a mi abuelo, casi entro en estado de shock al ver salir por la
misma puerta a mis padres, dicho sea de paso lucían muy jóvenes y se les veía
muy enamorados.
-¿Con quién pláticas papá?-
Preguntó mi joven madre.
– Con éste caballero de
nombre…¿cuál es tu nombre hijo?
-eheh…este Vicente Fox señor.
-¿Fox? Ese es un apellido
extranjero ¿verdad?
– Así es señor , es de origen
americano.
– Mucho gusto joven Fox, déjeme
presentarle a mi hija y a mi yerno.
Mi corazón palpitaba a mil por
hora en ese instante, las piernas me flaqueaban temblaban sin control. Mi joven
madre sin percibir mi nerviosismo me estiro su mano para saludarme, al tocarla
sentí una sensación muy rara, como una serie de escalofríos que recorrían todo
mi cuerpo, supongo que era por los nervios de ver a mi mamá frente a mi sin
saber que yo sería su hijo.
Después mi apuesto padre hizo lo
mismo, en esta ocasión sentí un cosquilleo por todo el cuerpo. Al compás de las
palabras de mi papá diciéndome gusto en conocerlo, escuchaba un ruido alterno
inentendible en ese momento a distancia. El ruido siguió elevándose y
volviéndose mas claro, conforme que la visión de mi padre dándome la mano
desvanecía para tornarse en una oscuridad total. Ese ruido que hace unos
momentos no podía descifrar, era el ruido de la tele, la cual diariamente la
uso como despertador. Aun con los ojos cerrados y con una pesadez provocada por
el sueño, distinguí las voces de los locutores del noticiero matutino. Santo
Dios, me dije a mi mismo, que sueño tan raro he tenido, todavía acostado en la
cama y con los ojos cerrados.
Siempre me ha dado flojera
levantarme temprano, es algo que simplemente no me gusta y máxime en mi
cumpleaños. ¡Si cierto hoy es mi cumpleaños!. Poco a poco mientras pasaban los
efectos del sueño y sentía el control de mi cuerpo y la lucidez de mi cerebro.
Me levanté bostezando instintivamente, sintiendo al mismo tiempo una pesadez
extraña en mi pecho acompañada de un sin fin de sensaciones desconocidas. Algo
estaba mal, abrí mis ojos inmediatamente para darme cuenta que mi cuarto lucia
distinto. Algo esta muy mal de veras, en ese instante me percate de algo
imposible, ¡tenía senos!, inmediatamente me lleve mis manos para tocarlos
detectando que eran sumamente sensitivos, no se que tan grandes eran, pero
desde mi perspectiva parecían enormes y los sentía muy pesados. Fue entonces
cuando percibí las demás sensaciones. Mi pelo estaba mas largo y lo sentía
hasta los hombros.
Traía puesto un camisón y lo mas
notable aparte del peso de mis senos, era la falta de mi pene que diariamente
amanecía erecto. Dios mío que me ha pasado dije en voz alta escuchando una voz
femenina desconocida. Me tape la boca con mi mano para callarme, solo para
darme cuenta de lo delicado que
lucía ahora. Me levante de la
cama aterrado de lo que me sucedía. Mis nuevos senos parecían tener vida propia
, al levantarme sentí como brincaban provocándome una molestia. Al estar de pie
y tratar de avanzar un paso, perdí el equilibrio y caí sobre la cama, de alguna
manera el peso de mis senos me afectaba al caminar. Tenía un nuevo centro de
gravedad, volví a ponerme de pie, esta vez para darme cuenta que mis caderas
estaban muy anchas y descubrir la sensación de tener algo enorme atrás. Lleve
mis manos sobre mi trasero para sentir lo grande que resultaba ahora y al igual
que con mis senos sentir una incomodidad por su tamaño. Esta vez camine más
despacio, aprendiendo a mantener el equilibrio con este nuevo cuerpo, por cada
paso que hacía sentía como se movían mis pechos, provocándome una sensación
molesta pero a la vez excitante. Llegue a donde estaba un espejo de cuerpo
completo, si no mal recuerdo antes estaba ahí un librero, para observarme.
Definitivamente era yo pero en una versión femenina, la cara seguía siendo la
misma, nada más que sin la molesta barba y mas fina. Mi reflejo en el espejo no
lo podía creer, estaba frente a una chica esbelta, con un buen par de tetas,
cabello largo hasta el hombro, una cintura delineada, sin nada de panza y con
unas bonitas piernas. Hasta ese momento no había visto mis piernas, lucían
torneadas y se sentían muy suaves. Pero sin duda alguna lo que más resaltaba de
mi escultural figura eran mis senos.
No me había dado cuenta que mis
nuevos pezones resaltaban a través de la sedosa tela del camisón. Incline la
cabeza para mirarlos al mismo tiempo que lleve mis manos para tocarlos, caramba
que sensibles son. El sólo tocarlos me provoca una agradable sensación.
Guuuuauu se siente asombroso, resulta tan excitante tocarse los senos que ahora
puedo comprender porque a las mujeres les gusta tanto ser besadas y acariciadas
ahí. Es un placer tener senos, momento en que estoy pensando si soy hombre.
Este cuerpo es un peligro. Después de mi reacción a lo que estaba haciendo,
sentí la sensación de ir al baño. Es curioso pero se siente igual el tener la
necesidad de orinar, sólo espero que el hacerlo también se sienta igual. Entre
al baño y por reflejo me pare enfrente de la taza de baño, lleve mis manos
hacía donde se suponía debía estar mi pené. ¡Dios mío no tengo pito! Me entro
un sentimiento de castración, sentía un espacio un hueco, me sentía incompleto.
Las necesidades de orinar
aumentaron, opte por sentarme, rápidamente me baje los calzones (ahora
pantaletas) y comencé a sentir como salía el orín sin dirección por mi vagina.
Fue cuando apenas reaccione que tenía una vagina. Instintivamente me limpie con
el papel de baño y me subí las pantaletas. Al volver a entrar a mi cuarto
decidí desnudarme totalmente para conocer a fondo mi nuevo cuerpo. No lo podía
creer era una mujer de pies a cabeza, llevé mis manos hacía mi vagina y con
temor y nervios empecé a explorarla con mis delicadas manos. Al introducir mis
dedos dentro de ella, comencé a sentir placer, seguí, seguí y seguí hasta
explotar en placer. El placer era igual o hasta mejor al antes experimentado
con mis senos. Debo dejar de hacer esto o me convertiré en un esclavo del
placer. Sin duda el cuerpo femenino esta hecho para el placer.
Despejando mi mente del hecho
anterior por fin comencé a pensar en lo sucedido. ¿Como diablos fue posible que
el día de mi cumpleaños despertara hecho mujer? ¿qué había pasado? En lo que
meditaba mi súbito cambio de sexo me metí a bañar como era mi costumbre.
Durante el placentero baño llegue a la conclusión de que el sueño que había
tenido no había sido un sueño, fue real. De alguna manera inexplicable la
página de internet hizo que viajara por el tiempo, viajando al pasado y
alterando mi presente. El haber tocado a mis padres afecto en algo, de alguna
manera mi creación, en vez de nacer hombre nací mujer. Tengo que hacer algo si
quiero regresar a mi antigua forma. Sin embargo, primero tengo que vestirme
para comenzar.
Salí del baño y me dirigí al
mueble donde acostumbraba guardar mi ropa interior. El mueble seguía siendo el
mismo, tenía 3 cajones. En el primero guardaba mis boxers y calzones, en el
segundo guardaba mis calcetines y en el tercero algunas playeras y camisetas.
Abrí el primer cajón y encontré un sin fin de pantaletas, había rojas, negras,
blancas, cremas e inclusive amarillas. Ni hablar supongo que tendré que usar
alguna ahora. El material de la panty era muy suave, se sentía muy rico para
ser sincero. Al ponérmela sentí que la parte que cubría mi vagina estaba
acolchonada. Me quede pensando por un instante si necesitaría algún tipo de
protección extra, era mi primer día como mujer pero no quisiera verme
sorprendido por alguna menstruación o algo parecido. No me tomó mucho tiempo
encontrar toallas sanitarias. Leí las instrucciones para ver como se colocaban
y sin mayor dificultad las puse en su lugar. La sensación de traer el cotex en
las pantaletas se me hizo muy molesta, espero acostumbrarme rápido para
olvidarme de ella. Las pantaletas en mi cuerpo se vean bastante sexys.
Después abrí el segundo cajón
para encontrarme en vez de calcetines con medias. Había un chingo de modelos de
medias y pantimedias, una gran variedad de colores. Cuando era hombre siempre
me habían excitado las medias, me volvían loco. Ahora tenía la oportunidad de
usar unas, lo cual me resultaba excitante. Escogí unas pantimedias cafés, las
clásicas transparentes que dan ese aspecto de bronceado que enloquecen a los
hombres, o por lo menos a mí lo hacían. No tenia idea de lo difícil y
complicado que resultaba ponerse una pantimedia, tuve que bajármelas y
subírmelas varias veces hasta que quedaron rectas. La sensación de usar
pantimedias es placentera, se siente muy rico, muy suave, la sensación de tener
tus piernas cubiertas por seda es estupenda, además hace que tus piernas se
vean hermosas. Caramba todavía no acabo de vestirme y ya estoy excitado. La
ropa femenina es muy sexy, de seguir conservando mi pené en este momento
estaría erecto. Aún excitado abrí el tercer cajón, ahí se encontraban brasieres
y otras prendas similares, no conozco su nombre pero son de una sola pieza.
Agarre el primer sostén que
encontré, por curiosidad mira la talla que era ¡era talla 36D! Recuerdo que la
de mi novia era 34 C y ya la consideraba pechugona. Ni hablar soy más chichona
que ella. Con el brasiere también batalle para ponérmelo, no podía abrochar los
seguros de atrás. Tan pronto pude, sentí como mis senos se ajustaban a el,
descubrí que para una mujer tetona como lo era yo ahora, servían de maravilla,
ya que controlaban ese molesto tambaleo al caminar y además evitaban que los
pezones resaltaran a parte de cubrirlos para disminuir su excesiva
sensibilidad. Sin embargo, los tirantes resultan muy molestos pero nada a lo
que uno no se pueda acostumbrar. Apenas llevaba unos minutos como mujer y ya
comenzaba a gustarme.
Una vez completada la ropa
interior, venia la decisión más difícil ¿el cómo vestirme? ¿qué me pongo?
Además, era lunes y tenía que ir a trabajar. ¿Pero a donde? ¿Seguiría
trabajando en la misma empresa que cuando era hombre ó por ser mujer esto
cambiaría?
Abrí el closet en donde regularmente
guardaba mis camisas y pantalones, para encontrar ahora un sin número de
blusas, faldas, vestidos y zapatos. Después de hecharle un ojo a mi nueva ropa,
encontré un traje sastre (saco y falda) que llamo mi atención. Cuando era
hombre algo que me agradaba de las mujeres era el que usaran faldas y lucieran
sus piernas.
El colocarme la falda no fue
difícil y menos con mi nueva figura, enseguida me puse una blusa que combinara
con el conjunto y me coloque el saco. Por último escogí los zapatos, para mi mala
fortuna todos eran de tacón alto, no existía un solo tacón de menos de 4cm.,
por lo que no tuve opción y me los probé.
Al mirarme otra vez al espejo, no
podía desviar la mirada de mis piernas, se veían tan sexys en esas pantimedias
y en esa falda que no podía creer que fueran mías, parecían piernas de modelo
sacadas de anuncio de alguna compañía de pantimedias. Después de observar mis
piernas por un rato mas, trate de caminar, dando pasos pequeños, si de por si
con mi nuevo centro de gravedad ya era complicado mantener el equilibrio, ahora
con tacones resultaba mucho más difícil. Mire el reloj y vi que marcaba las
8:45 a.m., tenia que apurarme si quería llegar a tiempo al trabajo. Me acerque
a mi nuevo tocador para agarrar la bolsa de mano que se encontraba en su
superficie, la abrí y la vacíe sobre la cama. De la bolsa salieron cosméticos,
artículos femeninos desconocidos por mi hasta el momento, un cepillo y una
cartera. Rápidamente abrí la cartera para buscar credenciales o cualquier otro
documento que me dijera algo sobre mi nueva identidad. Según mi identificación
mi nombre era Raquel, tenía la misma edad (25 años recién cumplidos). Después
encontré mi gafete de trabajo, trabajaba en la misma empresa y en el mismo
puesto (soy administrador de empresas, bueno ahora administradora).
Aparentemente todo seguía igual, mi fecha de nacimiento era la misma, mi
trabajo era el mismo y la casa donde vivía también, sólo había cambiado mi
sexo. ¿pero por qué? ¿Qué hice yo en mi sueño o en mi viaje al pasado, para que
hoy despertara hecho mujer? Es algo que no podía contestar en ese momento, pero
que tenía que averiguarlo para regresar a mi vida.
Sabiendo que las cosas no habían
cambiado tanto, decidí que era hora de desayunar algo rápido para después irme
a trabajar. Afortunadamente no había nadie en la casa, mis papas salen a
trabajar una hora más temprano que yo y mis 3 hermanos (que no se si sigan
siéndolo, tal vez ellos también se hayan vuelto niñas) entran a la escuela a
las 7:00 a.m. Por lo que no tendría que lidiar con ellos hasta la hora de la
comida, situación que me resultaba favorable, ya que no se que tanto vayan a
cambiar las cosas ahora que soy una chica.
No podía caminar gracias a la
falda y a los zapatos, la falda te impide dar largos pasos, no se puede correr
con una falda puesta, tienes que dar pasos pequeños para poder caminar. Además
con estos malditos tacones la situación se vuelve más difícil, cada que doy un
paso mi pie se va de lado, esta muy cabrón mantener el equilibrio apoyando tus
talones en tacones altos y delgados y caminando con las puntas de tus pies.
Pensé que se me haría más fácil
caminar si miraba hacia abajo para ver donde pisaba. Así que voltee mi cabeza
hacia abajo para verme los pies y vaya sorpresa… lo único que podía ver eran un
par de grandes senos. Mi busto me impedía ver la punta de mis pies, de momento
maldije mi situación, son un estorbo, dije. No me dejan ver nada, sin embargo,
no fue hasta ese entonces que note que la blusa que escogí tenía un escote muy
grande. Mi perspectiva resultaba envidiable para cualquier hombre, a lo largo
de mi vida había visto muchos escotes, pero nada se comparaba con lo que miraba
ahora, veía dos senos inmensos, bien formados, redondos y firmes. ¿No es
fabuloso que si tienes ganas de ver senos, sólo tengas que mirar hacia abajo?
No tenía idea de la espléndida vista que tienes desde esta perspectiva. Es como
cuando te subes a la torre Latino y desde ahí puedes ver toda la ciudad desde
arriba. Inmediatamente lleve mis manos hacia ellos y empecé a tocarlos, a
frotarlos, a jugar con ellos, ¡guuuuauuuu! Que exquisita sensación, no podía
parar, sentí como mis pezones se pusieron duros, la sensación es como cuando se
te para el pene, pero doble, es como si tus pezones fueran dos penes. Podría
hacer esto toda la vida, era una victima del placer, fue en ese momento cuando
tuve mi primer orgasmo femenino, casi me desmayo, ¿qué será cuando tenga varios
orgasmos al mismo tiempo? Tendré que averiguarlo!
Después de calmarme un poco seguí
con mi paso hacia la cocina, baje las escaleras como pude, No sin evitar
el molesto sangoloteo de mis pechos, se siente como si trajeras dos bolsas de
agua pegadas a tu pecho y que se mueven para todos lados con cada paso que das.
Ya en la cocina comí un poco de cereal con leche descremada, agarre mi bolsa
que había dejado hace unos momentos en la mesa y me subí a mi coche (que seguía
siendo el mismo un jetta negro último modelo, el cual estaba pagando a plazos
fijos). Como te imaginaras el subirte al carro con falda es otra dificultad mas
de ser mujer. Afortunadamente mi carro es automático porque de no ser así, no
se como le haría para manejar con tacones. Algo que también es muy sexi es
verte las piernas, cuando era hombre disfrutaba mucho verles las piernas a las
mujeres cuando manejan. El cinturón de seguridad tuve que acomodármelo en medio
de los senos, para que no me apretara, estoy empezando a darme cuenta que eso
de tener grandes tetas es muy incómodo. Ya con el cinturón abrochado, arranque
el auto para dirigirme hacia mi trabajo y comenzar mi aventura laboral, que
para ser sincero no estaba preparado a afrontar, por lo menos no como mujer y
menos conociendo como son todos mis compañeros, una bola de cabrones y culeros,
no cabe duda que yo seria carne de cañon en la oficina. ¡Dios mío ¿por qué me
volví mujer?!
Llegue al trabajo a las 10:00 am,
me estacione en el lugar de costumbre y me dirigí a la puerta de entrada de la
empresa, hasta este momento todo era igual a la última vez que entre al
trabajo. Sin embargo, el constante taconeo de mis zapatos al dar cada paso, me
recordaba mi condición actual.
Mi oficina se encuentra en el
tercer piso o al menos ahí estaba la última vez., normalmente tomo las
escaleras para hacer algo de ejercicio, pero como hoy traigo tacones de más de
4 cm no tomare el riesgo de dar un mal paso y caerme, si de por si apenas puedo
caminar con estas cosas, imagínate si trato de subir las escaleras. Por lo
tanto camine hacía el elevador. Rabia 4 personas esperando el ascensor 3
hombres y una mujer que sólo conocía de vista. El maldito elevador no bajaba,
la espera era larga y yo estaba desesperado y a la vez nervioso de estar a unos
momentos de ver a un conocido por primera vez siendo yo mujer. Dirigí mi vista
hacia el tablero del elevador y vi que por fin estaba en el segundo piso, al
bajar la vista, me di cuenta que uno de los hombres que estaban a mi alrededor
no me quitaba la mirada de mi pecho, mientras otro hacia lo mismo con mis
piernas. Creo que aquí tuve mi primera reacción femenina, al igual que como
hacen muchas otras mujeres agarre las orillas de mi saco para cubrirme los
senos de las miradas incesantes de ese cabron. Al abrirse las puertas del
elevador los tres hombres nos cedieron el paso a las dos mujeres. Por costumbre
yo también cedí el paso a la otra mujer, para verle el trasero como acostumbro
normalmente (eso de que uno otorga el paso a las damas por caballerosidad es
puro cuento, nada mas lo hacemos por mirarles el culo) Dios mio, eso significa
que estos cabrones están haciendo lo mismo conmigo y ya están juzgando el
tamaño de mis nalgas.
Mientras el elevador hacia su
recorrido a través de los pisos, sentía las miradas por todas partes, la otra
chica me miraba con envidia, mientras que los otros con lujuria. Por fin llego
el elevador al tercer piso, Al salir escuche que alguien dijo “que tenga buen
día “”señorita””. No fue hasta que se cerraron las puertas del elevador, que me
di cuenta que me lo habían dicho a mi! Me habían dicho “señorita”, no puede
ser, eso no esta bien, no puede ser cierto, no puede ser verdad, soy una
señorita. Noooooo, pero por que yo?, que hice para merecerme este castigo?,
maldita sea tan feliz que era yo siendo hombre.
Al caminar hacia mi oficina por
el pasillo mis piernas temblaban, al mismo tiempo que mi nerviosismo aumentaba,
era como cuando ibas a la escuela en tu primer dia de clases, tenia la
sensación de tener mariposas revoloteando en mi estomago. Por fin me encontre
con una cara conocida era la secretaria de mi amigo Juan, normalmente la
saludaría y le diría que guapa esta, pero hoy seria distinto. —
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